Nuestro viaje comenzó en Nueva York, teníamos muchas ganas de ir y no nos defraudó, una ciudad con mucha vida y con infinidad de cosas por hacer y visitar. Después de una semana descubriendo la ciudad y subiendo a sus increíbles rascacielos, pusimos rumbo a San Francisco para recorrer la costa esta de EE.UU.
La ciudad de San Francisco es mas calmada, pero igual de bonita, con sus casitas, sus cuestas, sus tranvías, sus muelles…sin duda no te deja indiferente. Desde San Francisco alquilamos un coche y pusimos rumbo al Parque nacional Yosemite que nos dejó con la boca abierta desde el principio en el mirador tunnel view. con sus acantilados de granito, cascadas, rios y bosques de secuoyas.
Después de un día intenso de caminata, pusimos rumbo a Bakersfield para descansar y pasar la noche. Al día siguiente comenzamos la ruta 66 hacia Las Vegas, un itinerario muy curioso que recuerda a las películas del oeste.
En Las Vegas disfrutamos muchos descubriendo cada casino y andando por su Strip. Estando tan cerca no podíamos dejar de ver el Gran Cañón del Colorado, impresionante es poco, hay que ir a verlo. También descubrimos el Antelope Canyon y la Curva de la Herradura en Page.
Ya nos acercamos al final del viaje, en Los Ángeles, que sin duda es una ciudad que sorprende con su Paseo de la Fama, su playa, el Observatorio Griffith y la zona de Downtown.