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LUNA DE MIEL EN EEUU
Después de tener que posponer la boda y tener que posponer varias veces la luna de miel por las restricciones a la hora de entrar en EEUU por fin pudimos hacer el viaje que teníamos pensado en noviembre de 2021, cuando abrieron las fronteras a Europa, gracias a Juan que en todo momento se adaptó a nosotros y nos puso todas las facilidades posibles, incluida una magnífica guía personalizada con cosas para hacer y ver, sitios interesantes e incluso sitios para comer en cada día.
La primera parte del viaje fue en Nueva York, donde pasamos 5 noches. Es una ciudad increíble donde pases los días que pases siempre te quedarán cosas por ver. Recomendamos coger un pase para ver las principales atracciones turísticas, ya que aunque sean caros, merece la pena porque ahorras bastante dinero si consigues sacarle su jugo. Nosotros visitamos 4 de los principales observatorios, la visita obligada en Ferry a la Estatua de la Libertad, museo de cera, tour en bici por Central Park, memorial del 11/S y visita al outlet Woodbury Common entre otros. El hotel donde nos alojamos fue el Riu Times Square, totalmente recomendable tanto por ubicación, (a 2min andando de Times Square) como por el trato recibido. Además, al ser una cadena española tenían buffet de desayuno muy completo y parecido a los que podemos encontrar en nuestro país y que en muchos hoteles no tienen. Recomendamos hacer alguna visita guiada, nosotros hicimos el tour alto-bajo Manhattan que recorre toda la isla enseñándote los principales puntos de interés y el tour de contrastes, este más que obligado realizarlo, ya que te muestra los principales barrios de Nueva York, y que sin este tour sería muy complicado visitarlo todo. Esta primera parte, a pesar de que el viaje fue increíble, fue la que más nos gustó, es una ciudad impresionante, que tiene multitud de sitios y atracciones por visitar y que seguro volveremos en un futuro.
La segunda parte del viaje fue por la costa oeste. Empezamos viajando a San Francisco, donde pasamos 2 noches. La ciudad nos encantó, nos fuimos con la sensación de que es una ciudad magnífica para vivir, gente muy amable por todas partes, muy buen clima, ciudad costera y no muy grande, lo que la hace muy cómoda para desplazarse. Estuvimos alojados en el hotel Riu Fisherman, que está en la zona del muelle. Una zona muy bonita y muy agradable con mucho turismo y donde la especialidad culinaria es el marisco. Hicimos un tour en bici por el Golden Gate, visitamos la calle Lombard Street, famosa por las curvas y recomendamos también ver el punto donde gira el famoso tranvía de la ciudad, es muy curioso. Como buen aficionado al baloncesto no podíamos marcharnos sin ver un partido de la NBA y fuimos al Chase Center, un impresionante pabellón de reciente construcción para ver a los Warriors.
A partir de aquí alquilamos un coche para seguir nuestra ruta por el Oeste. La primera parada fue el parque de Yosemite. Para visitarlo bien necesitas ir en coche, ya que es muy grande y sin transporte propio sería muy difícil ver los principales puntos de interés. Es una zona preciosa, donde la naturaleza sorprende por su grandeza con las enormes secuoyas, cascadas, ríos y montañas, donde destaca el monolito El Capitán, de casi 1 km de alto.
Después pasamos por diferentes puntos de la famosa ruta 66, donde destacamos la visita al pueblo Cálico host Town, un pueblecito en mitad del desierto totalmente turístico y muy curioso de ver para imaginarse cómo eran los pueblos del oeste antiguamente. Aquí cerca tienes que parar sí o sí a comer en famoso restaurante de los años 50 Peggy Sue.
La siguiente parada de una gran ciudad fue en Las Vegas, donde pasamos dos noches alojados en el famoso hotel Caesar Palace. Las Vegas es la ciudad del entretenimiento, todo pensado para el ocio y el consumo. Visitar los diferentes hoteles casinos y espectáculos hará que no te aburras. Recomendable el espectáculo de las fuentes del Bellagio y el volcán del Mirage.
Seguimos nuestra ruta visitando el Gran Cañón del Colorado, otro parque natural impresionante y que nos encantó. En este caso, este parque si es más fácil recorrerlo sin transporte propio, ya que desde el centro de visitantes existen varios autobuses que recorren diferentes rutas donde te podrás bajar y subir las veces que quieras para ver los diferentes puntos de interés.
Nuestra ruta siguió visitando más lugares de la ruta 66 antes de llegar al último gran destino del viaje, Los Ángeles, donde pasamos las dos últimas noches. He de decir que quizás fue el sitio que menos nos gustó de todo el viaje. Es una ciudad un poco incómoda para desplazarse ya que es demasiado grande y el tráfico es horrible por todos sitios, allí es hora punta a todas horas. Visitamos Hollywood, el paseo de la fama, la playa de Santa Mónica y fuimos al parque de Universal, que, pese a que la entrada es muy cara, merece la pena si eres un amante del cine como somos nosotros. Por último, visitamos el STAPLES Center para ver un partido de los Lakers, que en este caso nos gustó menos que ver a los Warriors, ya que el ambiente en San Francisco era mucho más intenso y la gente vivía mucho más el partido.
En definitiva, 17 noches que estuvimos y, pese a que se hace duro el cansancio acumulado y tantas horas en coche por la costa oeste, acabamos encantados con todo y disfrutamos en todo momento. Un viaje increíble y totalmente recomendable.
Nuestro viaje ha sido un viaje combinado visitando Nueva York y la Riviera Maya, dos zonas muy diferentes y de gran contraste, pero ambas con mucho que ofrecer.
Comenzamos en Nueva York, siendo nuestra estancia allí de 4 días, 4 días que volaron, porque es una ciudad que ofrece tanto, que nunca me cansaría de ir, no es la primera vez que voy y me sigue sorprendiendo. Durante nuestra visita hicimos la excursión de Contrastes de Nueva York. Esto nos proporcionó la oportunidad de conocer muchos barrios alrededor de Nueva York y podernos hacer una mejor idea del desarrollo de la ciudad y su forma de vida, no todo es Manhattan, que es donde al hacer turismo nos solemos concentrar, sin duda es una excelente manera de poder conocer otros aspectos de la ciudad.
Durante nuestra estancia intentamos alternar actividades lúdicas con visitas turísticas convencionales. Una de las visitas que realizamos fue al rascacielos Summit One Vanderbilt, una manera de pasar un buen rato disfrutando de las vistas de la ciudad y de todo lo que ofrece el edificio en sí para sus visitantes. Otra de las actividades que hicimos y con la que sin duda me quedo es asistir a un partido de baloncesto. El ambiente te envuelve, no es solo juego, es show en sí mismo, con música en vivo, concursos, juegos recorriendo las cámaras las gradas y sacando al público, sorteos de camisetas, entradas, etc… esto lo recomendaría al 100%, sin duda es algo que no hay que perderse y que yo misma no me perderé cada vez que viaje a EE.UU.
La segunda parte de nuestro viaje fue en la Riviera Maya, descanso y confort después de unos días frenéticos en «La Gran Manzana». En esta ocasión íbamos pocos días y queríamos dedicarlos a descansar y disfrutar de lo que nos ofrecía el hotel, que era mucho, pero igualmente la Riviera Maya tiene mucho que ofrecer, tanto la visita a sus Ruinas, baños en Cenotes, actividades en parques de agua,… es otra zona que sin duda volveremos para profundizar más en todo lo que ofrece y adentrarnos más en la cultura mexicana, que nos fascina.
Viaje en familia a New York
Teníamos pendiente hacer un viaje grande y cruzar de nuevo el charco, desde que fuimos a México con nuestro hijo que entonces tenía 9 años no habíamos viajado lejos y nuestro hijo que ahora tiene 13 años estaba deseando ir a un país en el que poder practicar Inglés y ver las costumbres y forma de vida de los americanos y además en Navidad !!.
El viaje ha cumplido todas nuestras expectativas y lo hemos disfrutado muchísimo, tanto el ver los rascacielos tan famosos y estar dentro de ellos , contemplar las maravillosas vistas que se ven desde los miradores como pasear por los barrios emblemáticos de New York ; Bronx, Brooklyn, Soho , Nolita (éste barrio te transporta a las películas neoyorquinas y después de ver tantos edificios y rascacielos apetece pasear por sus calles , entrar en sus tiendas y comer en sus restaurantes bohemios ) Chinatown, Little Italy .. barrios que merece la pena visitar.
Una cosa que recomendamos es entrar a comer a los restaurantes asiáticos que hay por todo Manhattan y disfrutar de su espectacular plato RAMEN, después de tanta hamburguesa, perrito caliente y pizza😅 os aseguro que os va encantar y el cuerpo lo va agradecer .
Ha sido un viaje de espectacular !!
Luna de Miel dividida en Epoca Covid
Después de posponer por tercera vez la fecha de boda, nos hemos casado legalmente pero sin celebración por todo lo alto, por esa misma razón también decidimos dividir nuestra luna de miel en dos (dos bodas, dos lunas de miel). Nuestro primer destino sería Egipto pero éste es el que decidimos aplazar al próximo año ya que Riviera Maya parecía un sitio mucho más seguro y después de vivir lo que nos ha tocado vivir a todos, sería un acierto total vivir nuestra primera parte de luna de miel en el Caribe, donde la desconexión y relajación estaba asegurada 100%. Lo contratamos todo por TravelTour gestionado por Juan y Mari Trini, una pareja encantadora de Sevilla que ha sabido tratarnos muy bien desde el primer momento que contactamos con ellos.
Nuestro viaje a Cancún inicia el 16 de julio en la T4 de Madrid, nuestro primer vuelo juntos y primer destino fuera de Europa. El vuelo fue fantástico; la verdad que llevan un control muy estricto respecto al Covid. Al llegar a Cancún, en la salida nos estaba esperando nuestro autobús; aún nos quedaba una hora y media más de viaje hasta el hotel.
Nos hospedamos en el Hotel Riu Playacar, un 10 para todo el personal de allí, desde los recepcionistas hasta los limpiadores, son unas personas maravillosas. Lo bueno de estar en un RIU es que podíamos disfrutar de todas las instalaciones del resto de RIUs siempre y cuando éstos sean de la misma categoría al tuyo. Algo positivo a destacar es que gracias a la oportunidad de poder conocer otros hoteles de la misma cadena, se te hacen los días aún mas entretenidos porque cada hotel tiene su esencia, el poder comer en diferentes restaurantes (Asiático, Italiano, Mexicano, buffet…); y algo negativo a destacar, es que ya que son todos una cadena, tendrían que tener todos un wifi común ya que cada vez que salías de tu hotel para ir a cualquier otro de los RIU te quedabas sin wifi.
Una de las grandes decepciones de este viaje fue que nos pilló la temporada de sargazo, un ascazo en toda regla, unas mantas de algas impresionantes; esto, no nos dejó disfrutar ni un solo día de esas playas preciosas. Como consejo, la mejor época es ir entre los meses de diciembre a marzo. Por esa razón tuvimos que cogernos la excursión en catamarán a Isla Mujeres, donde pudimos hacer snorkel en alta mar y disfrutar así, de sus maravillosas aguas cristalinas.
Una de nuestras primeras y únicas excursiones que teníamos pensado hacer la teníamos contratada desde España y era la visita a Chichen Itzá (con cenote, comida y Valladolid). Una de las excursiones que más deseábamos hacer y por la que más apostábamos. Menos mal que las explicaciones del guía fueron, excelentes; pero estar pendiente del reloj en todo momento, fue un estrés y un agobio, que no nos dejo disfrutar de la única excursión por la que habíamos apostado 100% desde España ¡Una autentica decepción en toda regla! La excursión se compensó gracias a la visita a los maravillosos cenotes (Ik Kill y Suytun), y el ultimo baño que pudimos darnos allí para poder relajarnos.
Nuestra tercera y última excursión fue a XCARETPLUS, contratada a través del Hotel, un acierto total. Ése parque es, lo mejor que hemos podido hacer y visitar en los 10 días de nuestra estancia en Cancún. Un lugar que no puedes dejar pasar de largo. Es un lugar donde parece que te adentras en la selva, puedes nadar sobre ríos subterráneos, visitar zonas arqueológicas mayas, cementerios, conocer todo tipo de animales, disfrutar de danzas típicas mexicanas y del gran espectáculo de Xcaret.
En resumen y dejando de lado esos detalles negativos a los que hemos hecho referencia, si tuviéramos que definir en dos palabras nuestra primera parte de la luna de miel, diríamos que ha sido: MARAVILLOSO y MÁGICO. Pero esto no acaba aquí; ¿Qué nos deparará Egipto? Lo esperamos con ansia…
Nos habían hablado muy bien de Perú y por eso decidimos hacer ese viaje. Es un sitio con mucho encanto y varias zonas por visitar. Tal vez eso es lo bueno y lo malo. Mucha distancia entre los sitios para todo lo que hay.
En nuestro paso por Perú, no vimos nada que nos impactara como para decir que es un sitio de parada obligatoria. Por otro lado Cuzco es una ciudad con mucho encanto y todo lo que tiene a su alrededor y su historia.
El Lago Titicaca fue un sitio mágico, parece que estés en la playa, sus autóctonos son muy acogedores y el paseo en barquita fue muy bonito. Para nosotras la guinda del pastel, más que el Machupichu, que es muy bonito el poder caminar por su ciudadela, fue el Camino Inca de 2 días, donde se descubre la vegetación, cascadas, arquitecturas incas, entre otras. Pese a que hay un trozo que se hace duro, es muy satisfactorio.
Nuestro viaje finalizó en Máncora, que pese a que no tiene nada, es un buen sitio para finalizar en relax las vacaciones.
Por otra parte, pese a que vimos muchos sitios y los guías son muy atentos y profesionales, a nosotras el hecho de que nos recojan a las 06.30 de la mañana para finalizar la excursión a las 11.30 en un sitio donde no hay más que hacer, no nos gustó. Consideramos que se pueden unir dos excursiones de días diferentes en un día, y así poder abarcar para ver más cosas y no dejarte a la deriva.
Por otro lado, a nosotras el tema iglesias nos sobraba, seguramente hayan cosas más bonitas para ver.
Una luna de miel de ensueño.
Ha sido nuestro viaje soñado, después de todo lo vivido en pandemia teníamos muchísimas ganas de comenzar nuestra aventura por México.
Lo primero que hicimos fue aterrizar en ciudad de México, donde la historia y arquitectura nos dejaron maravillados, estuvimos en el museo de arqueología, en la plaza del Zocalo, comiendo tacos en la calle mientras nos enamorábamos de barrios como Coyoacan y La Condesa y disfrutando del mercado local donde nos hicimos con algunas de sus típicas calaveras tan coloridas.
Nuestro segundo día fue aun mejor, llegamos a Txula Gutierrez y visitamos el Cañón del Sumidero, sin duda de lo más bonito que hemos visto en nuestras vidas, nos dejo con la boca abierta, después comimos en El Jardín de Chiapas, la comida estaba riquísima, volveríamos 100%. Esa misma tarde estuvimos visitando las calles de Chiapas, donde la buena energía de su gente se podía respira.
Día tres, nos adentramos aun más en la ciudad de Chiapas, en la cultura de los Chamula y en sus creencias, es increíble como los indigenas mantienen sus raices y sus costumbres a pesar del paso del tiempo.
Comimos con una familia donde cocinaban las tortillas a fuego y leña, la mejor comida de todo el viaje.
Continuamos nuestra aventura visitando las cascadas de Agua Azul y las de Misol há, donde se grabo la película de alíen vs pedrator y donde disfrutamos de un baño refrescante.
Y llego Palenque, nunca olvidaremos esas maravillosas ruinas Maya, las palabras se nos quedan cortas, es alucinante ver como hace tantos años pudieron construir algo tan asombroso, y la selva… un lugar mágico donde perderse, la flora, la fauna, los sonidos tenian vida propia, fue pura magia.
Siguiente parada Merida, sin duda nos quedamos con sus cenotes y sus marquesitas, una ciudad con encanto donde el verano es eterno.
No podíamos terminar esta semana de aventuras sin visitas Chichen Itzá, recomendable al 100% pero hay que tener el cuenta el calor, a pesar de eso nos sorprendió mucho su cultura tolteca y todas las tradiciones religiosas que llevaban a cabo en esa época.
Y para terminar esta aventura, la gran Riviera Maya, paraíso de aguas cristalinas, tequila y sol. Después de tanta excursión necesitábamos un poco de relax, visitamos Playa del Carmen y Tulum pero pasamos casi todo el tiempo en el hotel.
Lo pasamos tan bien que nos queríamos volver, ha sido un viaje que recordaremos para siempre.
En octubre de 2019, decidimos realizar con nuestros dos hijos de 11 y 15 años un viaje cruzando el charco, yendo cinco días a conocer Nueva York y otros cinco a relajarnos a la Riviera Maya. Tras contactar con Juan de TravelTour sacamos billetes para Marzo de 2020.
Quince días antes de la partida, estalla la crisis del coronavirus y Trump dice que a USA no entra nadie. Gracias a Juan pudimos suspender el viaje y dejarlo abierto para cuando se pudiera ir. Después de mil gestiones por parte de la agencia concretamos el viaje para las fechas comprendidas entre 26/12/2021 y 06/01/2022.
Primera parada Nueva York. Una experiencia alucinante, el simple hecho de andar por la Gran Manzana y ver cómo practicante todos los edificios, altos y no tan altos, son de película, hacen de la ciudad un sitio único. Cinco días muy cansados pero que merecieron mucho la pena y todo la familia disfrutó, especialmente de los miradores, el Museo del Intrépido y el One World Trade Center. El único pero que le pondría, es que en materia del covid es un descontrol, y cada uno hace lo que le parece, sin ningún tipo de gente que supervise el cumplimiento de las normas.
Después de cinco intensos días llegamos a la Riviera Maya. El hotel recomendado por Juan, Bahía Príncipe Grand Coba era una maravilla, y la gente de México super amables. Hicimos una excursión (ya habíamos hecho muchos kilómetros y se trataba de descansar) por la selva y los cenotes, en la que mayores y pequeños disfrutamos todo el tiempo.
El último día antes del viaje, nos hacemos los correspondientes test de antígenos, y tuvimos premio, un positivo. Vaya jaleo. Menos mal que a través de Juan, se gestionó todo con el seguro de Caser, los cuales funcionaron de maravilla, y nos facilitaron la estancia y avión, haciéndose cargo de todos los gastos.
En definitiva dos sitios muy recomendables, y un claro ejemplo de la necesidad de tener una buena agencia de viajes, y un buen seguro, para hacer turismo de una forma tranquila. Tuvimos anulaciones, cambios de fecha, más cambios de fecha, y covid y Juan estuvo en todo momento al pie del cañón solucionando los problemas.
Teníamos mucha ilusión con este viaje, desde el primer momento teníamos claro los destinos, de nuestra Luna de miel.
Nuestra primera parada.
San Francisco, una ciudad con muchísimo encanto, quizá la ciudad más interesante que visitamos. Desde todos los puntos de la ciudad podíamos contemplar unas vistas increíbles, una mezcla especial con su bahía, puentes y sus edificios más altos. Visitamos de cerquita el puente Golde Gate. Disfrutamos mucho con el paseo en el mítico Cable Car, paseamos por los muelles, vimos San Francisco desde la famosa Coit Tower, bajamos por la famosa calle Lombard Street, en definitiva es una experiencia inolvidable. Lo más impactante que visitamos fue Alcatraz, unos 10 minutos en barco, pero fue como trasladarte al pasado, ver cómo vivieron los presos de esa época y como escaparon de la cárcel de máxima seguridad de EEUU en aquellos entonces. Fue alucinante.
Luego pusimos rumbo a Parque Nacional Yosemite, eso sí que es digno de ver, la verdad que nos sorprendió muchísimo, más de lo esperado. Tiene unas cascadas preciosas, unos paisajes de postal. Una auténtica maravilla.
En el camino visitamos un pueblo llamado Bodie, en mitad del desierto, con un calor asfixiante y al pie de unas montañas aisladas, empezamos a visitar este histórico pueblo minero que en la actualidad se ha transformado en un “pueblo fantasma” convertido en atracción turística.
Nuestro siguiente destino Las Vegas.
Es la capital mundial del entretenimiento y del lujo, un verdadero parque de atracciones para adultos. Un viaje a Las Vegas no defraudará a nadie, aunque el calor asfixiante del desierto marca un poco esta ciudad. Allí visitamos todos los hoteles y vimos todos sus espectáculos. El gran casino MGM fue espectacular, el musical en la fuente de hotel Bellagio, el volcán del hotel Mirage, el espectacular Caesar Palace, hotel París… Si has visto bastante cine, todo te recordará a esas películas que tanto nos han divertido.
Tras 2 días de estancia en Las Vegas, pusimos rumbo hacia El Gran Cañón del Colorado.
Desde Las Vegas hasta El Grand Cañón, decidimos ir por la parte de Ruta 66. Alucinamos un montón, visitamos pueblecitos, gasolineras, barberías, y áreas de servicios de aquellos tiempos. Está todo tan bien conservado que parece que estábamos en aquellos años…
El Grand Cañón es una de las visitas imprescindibles dentro de la ruta por la costa oeste de EEUU. Hay varias formas de ir nosotros la hicimos con los buses que ofrece el parque. Por supuesto no te puedes perder ni el atardecer ni el amanecer, son 2 estampas dignas de ver, merece la pena madrugar.
Tras un día fabuloso en el Cañón, ponemos rumbo a Los Ángeles.
Los Ángeles en verdad nos defraudó un poco, quizás su tráfico y lejanía de los puntos más interesantes de la ciudad nos agobio un poco, pero fue bonito todo lo que visitamos, paseamos por el Pier Santa Mónica, por el paseo de las estrellas de Hollywood y el teatro chino, vimos el lujoso barrio de Berbely Hill…
Pero lo más espectacular de Los Ángeles fue la visita a Universal Studios, no puedes irte de Los Ángeles sin antes visitar dicho parque, fue lo que más nos encantó, sobre todo el tour en bus por donde se graban las películas, aunque no se queda atrás el colorido mundo the simpsons HarryPotter, Transformer, Jurassic Park, etc…
Después de todo esto, pusimos rumbo al paraíso, la Riviera Maya. Un espacio de paz y tranquilidad, con sus playas de agua cristalinas. Después de más de 10 días de intenso turismo por la costa oeste de EEUU, necesitábamos relajarnos un poco y descansar. Además de estar todo el día de la playa al chiringuito y viceversa, decidimos hacer una visita a las ruinas mayas, al pueblo de Chichen Itza. En verdad es digno de ver, aunque con la humedad del 90% es difícil visitar nada, hacía muchísimo calor. Tras una semana en Riviera Maya, vuelta a España y a la realidad…
Sin duda el mejor viaje de nuestra vida… Empezamos nuestra ruta en LAS VEGAS! Previamente habíamos recogido nuestro espectacular compañero de viaje (Un ford Mustang descapotable, casi nada…).
Desde aquí recorrimos parte de la ruta 66 hasta el Grand Canyon. Haciendo parada en la PRESA HOOVER, por si veíamos a SUPERMAN o algún Transformer, pero no conseguimos verlos! Considerada una de las maravillas del mundo, nos dejó impresionados tras recorrer en helicóptero una de sus partes. Tras hacer noche en un hotel cercano, pusimos rumbo a los Ángeles. Allí visitamos Universal Studios, parada 100% recomendable. A nosotros nos encantó y echamos todo el día!.
La siguiente parada nos esperaba camino de Yosemite, en la ola artificial de Kelly Slater (Surf Ranch), una de las citas del campeonato del mundo de Surf. Allí coincidimos con todos los profesionales del Surf y pudimos disfrutar de la emocionante ola que ha inventado Kelly Slater.
Una vez en Yosemite, recorrimos la belleza impresionante de este parque: El mirador Tunnel View, que ofrece vistas a la cascada Bridalveil y de las montañas de granito del Capitán.
De ahí partimos en coche a nuestra ruta con parada en un típico hotel del Oeste “Hotel Charlotte”en Groveland, un pequeño pueblo de montaña, donde fuimos a cenar a IRON DOOR SALOON,uno de los salones mas antiguos de América digno de ver.
Al día siguiente pusimos rumbo a San Francisco ciudad en la que nos quedaríamos a vivir, nos encantó! Golden Gate Bridge, Fisherman’s Wharf, Alcatraz, Chinatown, lugares que hay que visitar, sin olvidar pasar por Lombard Street.
Dejamos el Oeste de USA para descansar unos días en Hawaii. Recorrimos la isla de Oahu en coche; mientras avanzas por la carretera tienes la impresión de estar en Jurassic Park! Hay cientos de playas diferentes donde parar, pero donde más estuvimos es en la zona norte, en concreto la playa de “pipeline” donde se encuentra la ola mas peligrosa y perfecta del mundo. La zona sur en Waikiki beach es perfecta para iniciarte en el Surf, tal y como hicimos.
Destacar la profesionalidad de esta agencia, pendientes de nosotros TODO el viaje. No tuvimos ningún problema y si repetimos un viaje de tal envergadura estoy seguro que será con ellos.
Aterrizamos en San Francisco, nuestro primer destino.
Teníamos muchas ganas de visitar esta ciudad y no nos defraudó. Al día siguiente de nuestra llegada, visitamos el Golden Gate Park, un bonito parque con infinidad de senderos, lagos y cascadas. Desde allí, en autobús, llegamos al puente del Golden Gate, IMPRESIONANTE. Dando un paseo por la costa llegamos al Palace of Fine Arts, un monumento de estilo romano, con unos bonitos jardines. Y para acabar nuestro segundo día en San Francisco recorrimos las calles de Little Italy, el Distrito Financiero (con la famosa Pirámide Transamérica, que en tantas series y películas ha salido) y el Barrio Chino montados en los famosos tranvías (Cable Cars).
El tercer día tocaba visita a la Isla de Alcatraz, una excursión muy recomendable. Con la audioguía paseamos por los pasillos de la famosa cárcel. Y al volver a puerto, paseo por el Pier 39, el famoso muelle de San Francisco y a comer en el conocido Bubba Gump (el restaurante de Forest Gump). Por la tarde, paseo por Fisherman´s Wharf y subida por la calle Lombard para ver la famosa calle de las curvas. Y para terminar el día, cena en Alioto´s, donde degustamos la famosa Clam Chowder (sopa espesa de almejas en un pan de levadura agria), riquííííísimo y el famoso cangrejo de San Francisco.
En nuestro último día, subimos a Twean Peaks, donde hay unas excelentes vistas de toda la bahía de San Francisco. Al bajar nos dirigimos a las famosas Painted Ladies y desde allí, volvimos a la zona del muelle para coger un ferry y visitar Sausalito. La verdad, que Sausalito no tiene mucho que ver, pero el viaje en barco viendo el Golden Gate al atardecer merece la pena.
Desde San Francisco volamos a Maui (Hawaii), el auténtico paraíso. La gente tiene la idea de que Hawaii son playas paradisíacas, pero Hawaii es mucho más. Paisajes impresionantes, muy cambiantes en pocos kilómetros. Llegamos a media mañana, y antes de dirigirnos al hotel paseamos por las calles de Lahaina, un pequeño pueblo con una plaza central muy peculiar con múltiples higueras conectadas (Banyan Tree).
Al día siguiente, teníamos contratada una excursión para ver ballenas jorobadas, y aunque nos defraudó un poco, finalmente pudimos verlas, aunque algo lejos. A mediodía, subimos a Iao Needle, un parque natural, con paisajes y montañas impresionantes. Y por la tarde a descansar en la playa, para ver uno de los atardeceres más bellos.
Nuestro último día en Maui nos tenía reservado el verdadero paraíso. Conduciendo por la carretera de Hana (en la que a ratos diluviaba y a ratos salía un impresionante sol) llegamos al Jardín del Edén, un parque botánico para recorrer en coche, que merece la pena no perdérselo, con fotos que parecen sacadas de postales. Para terminar el día, subimos al volcán Haleakala. Un sitio totalmente diferente a todo. Paisajes lunares, con las nubes a nuestros pies. Y si el atardecer en la playa fue bonito, éste te deja sin palabras.
Y llegamos a la última etapa de nuestro viaje: La isla de Oahu. Nosotros estuvimos alojados en la capital, Honolulu. Una ciudad con mucha vida y luz, llena de rascacielos. El primer día, paseo por la ciudad, donde pudimos visitar algunos de los sitios donde está grabada la serie de Hawaii 5.0.
Al día siguiente, excursión a Pearl Harbour, con un fabuloso guía que nos explicó, de camino al famoso puerto, cómo se llegó al famoso ataque. Una excursión, que si te gusta la historia, merece mucho la pena realizar. Desde allí, cogimos el coche y nos encaminamos al faro de Makapuu, donde hay unas impresionantes vistas de toda la costa, eso sí, después de una buena caminata. Y por la tarde a descansar en la playa de Hanauma Bay.
Para finalizar nuestro viaje, el último día, recorrimos la costa de Oahu. Visitamos una plantación de piñas, vimos playas de ensueño y admiramos paisajes sacados de Jurassic Park, donde a pocos metros de grandes montañas había playas de aguas turquesas… Y así acabamos nuestra luna de miel. Un viaje para recordar siempre.
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